Estic llegint un llibre que està molt de moda, El infinito en un junco, d'Irene Vallejo, sobre la invenció de les lletres i els llibres. Estic emocionada. Sabeu que em fan molta gràcia les llistes -i de vegades, por-, sobretot de restaurants, bars, forns... i mireu que m'hi he trobat (capítols 60-61)
"Las listas son en realidad el origen de la cultura, parte de la historia del arte y la literatura [...] en las enciclopedias y los diccionarios encontramos formas elaboradas de los listados. Y todos ellos -repertorios, bibliografías, índices, tablas, catálogos, diccionarios- hacen más comprensible el infinito." (El vértigo de las listas, Umberto Eco)
"En él [Deipnosofista, s.II)], un cocinero erudito enseña a su aprendiz los nombres de los siete chefs más ilustres y la especialidad de cada uno: Agis de Rodas y sus perfectos asados de pescado; Nereo de Quíos, que cocinaba un congrio digno de los dioses; Caríades de Atenas, el maestro de los huevos en salsa blanca; Lamprias y el caldo negro; Aftoneto, creador del embutido; Eutino, el gran cocinero de las lentejas; Aristón, el inventor de numerosos guisados; entre ellos la cocina por evaporación -lo que hoy llamaríamos cocina de autor-."
"La escritura, dicen los expertos, nació para hacer contabilidad, es decir, listas de cabras, espadas y ánforas de vino [...] Una escritora japonesa del siglo X, Sei Shonagon, introdujo 164 listas en su Libro de la almohada [...] "Cosas que aceleran los latidos del corazón", "Cosas que deben ser breves", "Cosas que pierden al ser pintadas", "Cosas que están cerca aunque distantes", "Personas que parecen satisfechas de si mismas", "Nubes y cosas que me gustan particularmente"
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